En Lechler creemos firmemente en el poder del deporte como vehículo de valores positivos y desarrollo personal. Esta sección es nuestro homenaje a todas las disciplinas deportivas que apoyamos y a los talentos que las impulsan.
El deporte es sostenible e integrador. Son muchos los ejemplos que atestiguan el valor del deporte como herramienta de inclusión y vehículo de sostenibilidad social, y Lechler quiere formar parte de ello mediante la puesta en marcha de relaciones y sinergias con realidades empresariales y deportivas que crean en los mismos valores.
En esta sección descubrirá cómo nuestra pasión por la innovación y la excelencia se refleja no sólo en nuestros productos de alta calidad, sino también en nuestro compromiso con el mundo del deporte. «Lechler 4 Sport» es un viaje a través de las historias de éxito, los emocionantes acontecimientos y las asociaciones que definen nuestro compromiso con el deporte.
Bienvenido al dinámico y colorido mundo de «Lechler 4 Sport».
Un día espléndido, un espléndido episodio de deportividad que nos ha confirmado que estamos en el camino correcto.
Cuando comenzamos nuestra colaboración con el Team Polti Kometa, éramos plenamente conscientes de la posibilidad real de no ganar.
Sin embargo, en los primeros meses de 2024, los chicos de Alberto Contador e Ivan Basso ya han logrado dos espléndidas victorias, rozando muchas otras y luchando siempre con los mejores hasta el último aliento.
Pero lo que ocurrió el jueves 16 de mayo en el Giro de Italia es algo que va más allá de la victoria. Una escapada de dos a más de 100 km de la meta, considerada loca por la mayoría e incluso por los protagonistas al final; un grupo numeroso de campeones persiguiéndolos sin poder alcanzarlos.
Los dos héroes son Mirco Maestri, capitán del Team Polti Kometa en la bicicleta Aurum Medium Grey Sky Effect de Lechler, y su ídolo: el subcampeón mundial Julian Alaphilippe, un corredor extraordinario pero alejado de sus mejores días desde hace algún tiempo. Mirco podría haberse ahorrado fuerzas, quedarse a rueda y dejar que Julian asumiera la mayor parte del trabajo: podría haber jugado así sus posibilidades de ganar su primera etapa en el Giro de Italia. En cambio, dio todo para asegurar que la escapada durara el mayor tiempo posible y evitar ser alcanzados por los perseguidores.
Inevitablemente, exhausto en la última subida, tuvo que rendirse, mientras Alaphilippe pudo volar hacia una gran victoria. Después de la meta, mientras Mirco recuperaba el aliento, Julian, perseguido por fotógrafos, abrió camino entre la multitud para encontrarlo. Lo abrazó, le agradeció y le dijo que fue un día que nunca olvidará.
Imágenes que han dado la vuelta al mundo y una confirmación adicional para nosotros de que hicimos la elección correcta al apoyar a estos chicos, cuyos valores son altos, excepcionales y van más allá de los meros resultados deportivos.
Gracias Mirco, ¡nos pusiste la piel de gallina!