El histórico “Papamóvil” Lictoria Sex de 1930, que se encuentra expuesto en el museo del Vaticano, ha sido restaurado con un ciclo de pintura Lechler a fin de permitir una conservación más duradera.

Se trata de una joya que desde su nacimiento ha despertado la curiosidad a lo largo del tiempo. El auto, identificado como C6 en la época, fue cedido por Ander Citroen al Papa Pio XI en motivo del jubileo celebrado en 1930. Monseñor Pietro Amato, director de los museos del Vaticano, ha comentado que “el día que se inició la restauración, el 14 de Diciembre del 1992, el auto había realizado sólo 159 km. Su Santidad sólo lo ha utilizado una vez, el 12 de Mayo del 1936, con el Conde Bezzi-Scali al volante.” Por lo tanto, el resto de 159 km del auto fueron realizados en el interior del Vaticano para su mantenimiento.

El Lictoria Sex, identificado por las iniciales de la insignia C6, fue montado en el establecimiento milanés de Via Gattamelata. Está impulsado por 6 cilindros de 2442 cc. y tiene 42 CV que permiten una velocidad máxima de 105 km / h. El auto de marca “Citroen Italia”, que tiene interiores de oro puro y de terciopelo, tiene un elegante diseño y la cabina de conducción cubierta de, color rojo amaranto bordados en oro. Para las operaciones de restauración del auto ha sido necesaria una labor de investigación, por parte de los técnicos de Lechler, en los archivos históricos de los vehículos de época con el fin de recuperar la correcta información respecto a la pintura. Se ha utilizado todo un ciclo de productos Lechler, gran parte realizados expresamente para la ocasión y entregados a través de Colortecnica de Roma, que se ha ocupado de la gestión y el contacto con el Vaticano: de la masilla universal Polydur Zinc, al histórico fondo poliacrílico bicomponente Green TI-Filler y poliéster Polyfan Rush, al acabado en tinta Burdeos Citroen Papa y Dark Old para las estriberas externas en oro. El laboratorio R&S de Lechler ha desarrollado un Primer especial creado Ad Hoc para proteger y reforzar sin sobrecargar el piso del Papamóvil, que manifestaba evidentes signos de deterioro, pero sin cambiar su autenticidad.

Después de un minucioso trabajo de restauración, el Papamóvil con casi un siglo de historia y sólo 159 km, está en perfecto estado y a punto para volver a ser admirado por las futuras generaciones.